Las vacaciones son consideradas como un escape, una oportunidad para alejarse de las responsabilidades y obligaciones laborales, al igual que los horarios de oficina. También, es importante que asumas las vacaciones como una ocasión de usar el tiempo como tu quieras y a la vez crecer personalmente. Sigue estos consejos y aprende cómo disfrutar las vacaciones.
Prioriza la relajación
Uno de los aspectos de las vacaciones que mejor reponen es la relajación, sin embargo, muy pocas personas buscan espacio para relajarse a la hora de planear sus actividades. Las obligaciones familiares, como también las relacionadas con el mantenimiento del hogar, interrumpen los momentos para encontrar tranquilidad, al final el tiempo para dedicarse a sí mismo en vacaciones termina siendo corto.
El concepto de relajación no siempre implica actividades pasivas, hacer deportes y actividades físicas puede resultar un alivio efectivo contra las preocupaciones de las que nos queremos alejar. Si es tu caso, aprovecha tu tiempo libre para retomar un deporte que te divierta, puede ser muy reconfortante.
También es recomendable que dediques días para ti, esto implica no comprometerse con otras personas, ni cumplir ninguna obligación. Puedes salir a caminar por un sitio que te traiga recuerdos o hacer algo que consideres desestresante.
Mejora alguna habilidad
Si de verdad quieres rejuvenecer, lo mejor que puedes hacer es retomar un viejo hobbie o iniciar una actividad en la que quieras volverte bueno. Las experiencias que implican aprendizaje y explorar límites son muy enriquecedoras, estas pueden ser desde estudiar un nuevo idioma hasta armar un rompecabezas.
Practicar una actividad en la que no eres bueno puede ser una opción, ya que esto implica un reto y te favorece volviéndote perseverante. Por ejemplo, mejorar tu destreza dibujando o estudiar estrategias de ajedrez para ganarle a algún familiar que siempre le gana, son buenas alternativas.
Al poner a prueba tus competencias, tu creatividad y capacidad de resolver problemas sin duda aumentará.
Desconéctate de tus dispositivos
A la hora de empacar tu maleta, tómate unos minutos para pensar si necesitas empacar tus dispositivos electrónicos, si realmente requieres usar tu computador llévalo, pero si es solo una distracción innecesaria entonces déjalo. Sin tus dispositivos cerca, te será más fácil concentrarte en el mundo real, en el paisaje, en el anochecer o la brisa.
También puedes cambiar la manera como usas los dispositivos. Por ejemplo si quieres tomar fotos con tu celular, también puedes desactivar tu email para no recibir notificaciones laborales. Si te consideras adicto a las redes sociales y no puedes dejar de consultarlas, entonces programa dos momentos al día para consultar tus mensajes
Sal de la ciudad y comparte con otras personas
Según Forbes, hay estudios que prueban que el contacto con la naturaleza, especialmente paisajes verdes y agua, mejoran tu estado de ánimo. Si tu presupuesto no te permite salir de la ciudad, caminatas por los parques te pueden ayudar a sentirte mejor físicamente y mentalmente. También es bueno que retomes contacto con viejos amigos, compartir agradables charlas con gente que no ves hace años puede motivarte.
Lo que no debes hacer en vacaciones
Pensar en aspectos negativos de tu trabajo durante vacaciones te puede desgastar, no pienses que faltan pocos días para volver al trabajo, o que el tiempo se pasa muy rápido, concéntrate en el presente, disfruta cada momento.
Tampoco pienses en preocupaciones no laborales como problemas familiares, o incluso cosas simples como que debes reparar la tubería antes de que acabe el mes. Lo mejor es evadir cada situación e idea que pueda resultar en frustración, ira o incomodidad. Si por ejemplo te incomoda el tráfico, no planees tus viajes en horas de alta congestión. No olvides que las preocupaciones solo afectan tu disfrute y pueden afectar tu estabilidad emocional.